Hola amigos,
bueno pues empieza la cuenta atrás, faltan menos de dos días para el inicio de la Quixote LEGEND
Trail Race Stages, en la histórica ciudad de Alcaraz. Carrera a pie por montaña
que recorrerá 166
kilómetros en tres etapas, alternando sendas, caminos y
pistas forestales, superando un desnivel positivo acumulado de 7.975 metros.
Como ya os
conté, con ocasión del inicio de este modesto blog, me inicié en el mundillo
este de las Ultras de montaña con algo que para los grandes ruteros les puede parecer
nimio pero no a un profano; la Maratón
Sierra de Espadán de este pasado mes de febrero. Un mes
después, “me metí pa el cuerpo, así como si no quiere la cosa” La Perimetral de Benissa;
carrera épica, donde creo que hice honores para recoger el “Carnet de Corredor
de Montaña”, percatándome de algo que a los más curtidos les puede parecer
obvio pero que los neófitos tenemos que descubrir y es que: en estas lides el
mayor enemigo es uno mismo. “De mes en mes…” y voy a por la segunda, en esta
ocasión la “I EvoluTion Trail” en Moratalla; ya iba yo guardando en el zurrón y
con las orejas tiesas, aunque alguna intenté, pero escamado “del baño” de
Benissa, preferí pecar de prudente y fui en todo momento más expectante por mi "EvoluTión", sabiendo que era ahí donde tenía a mi principal aliado o enemigo
para próximos retos.
Ya estaba
decidido, correría “El Trail Solidari Ciutat d’Alcoi”, la “Pujada al Motcabrer”
en la misma ciudad de Alcoy, y me pasaría a la bici de carretera, con los
enemigos de “La Peña Pedal
Ibense” ya que me empezaba a saturar de tanta montaña en soledad. Es este uno
de los inconvenientes que he encontrado en esto de las largas distancias, que
resulta difícil encontrar compañero de entrenos y más aún de carreras -gran
apoyo en este terreno, el de mi can “jabalines”-. Quizás sea ese el nexo de los
que nos aficionamos a estas locuras, la segregación a los que nos somete esta
disciplina.
Pues no, creo
que por suerte, recibí la invitación para participar en esta aventura; que sin
duda para mi lo será. Acababa de terminar el “Trail Solidari”, y a escasas tres
semanas comenzaba nuevamente el festival de kilómetros, bueno, da igual, yo ya
había comenzado a dar pedales, un finde vuelta a Ibi-Pego-Vall d’Ebo, al
siguiente más de lo mismo, este último, ciento treinta kilómetros y más de dos
mil metros de desnivel +, al día siguiente la carrera de montaña “Subida al
Montcabrer”, y ahora a preparar el petate para salir hacía Alcaraz.
Estaba en esas, cuando pensé que podía plantear a los ociosos visitantes de este modesto rincón literario, la posibilidad de hacer pronósticos sobre las posibilidades que atisban en este vulgar corredor popular, respecto a la empresa que tiene presente acometer, y con el fin de que tuvieran la máxima información para aventurar su juicio, es por lo que he ampliado inicialmente mi relato en pos de mostrar la preparación previa, y ahora, señalar que si algo he aprendido en esta breve andadura, es que hay que tener un sistema, el que sea, pero uno, no se puede salir a correr ocho o diez horas a la aventura –aunque parezca una paradoja- y en esta línea sigo trabajando el sistema de intruducción al minimalismo, que ya expongo en mi artículo “Paso de Controles”. Por ello, voy a seguir utilizando el mismo calzado de estas dos últimas Ultras; sin controles, ni protección, ni rollos tecnológicos de detección de piedras –la que pise que se joa. Una mochila comprada en los saldos del “Decatlon” y la ropa patrocinada por “Autoescuela San Jorge”. También me he dado cuenta, que detrás de mi, y con peor cara, entraban otros con atuendo bastante más elitista –supongo que esta forma de pensar será uno de los efectos adversos del uso y abuso de calzado minimalista, porque otros no los tengo, o bien la intención de no caer en la burbuja inflaccionista de correr y vivir por encima de mis posibilidades, ¡vamos, que me estoy preparando para dentro de nada dejar de comprar calzado, a ver si llego a fin de mes!.
Estaba en esas, cuando pensé que podía plantear a los ociosos visitantes de este modesto rincón literario, la posibilidad de hacer pronósticos sobre las posibilidades que atisban en este vulgar corredor popular, respecto a la empresa que tiene presente acometer, y con el fin de que tuvieran la máxima información para aventurar su juicio, es por lo que he ampliado inicialmente mi relato en pos de mostrar la preparación previa, y ahora, señalar que si algo he aprendido en esta breve andadura, es que hay que tener un sistema, el que sea, pero uno, no se puede salir a correr ocho o diez horas a la aventura –aunque parezca una paradoja- y en esta línea sigo trabajando el sistema de intruducción al minimalismo, que ya expongo en mi artículo “Paso de Controles”. Por ello, voy a seguir utilizando el mismo calzado de estas dos últimas Ultras; sin controles, ni protección, ni rollos tecnológicos de detección de piedras –la que pise que se joa. Una mochila comprada en los saldos del “Decatlon” y la ropa patrocinada por “Autoescuela San Jorge”. También me he dado cuenta, que detrás de mi, y con peor cara, entraban otros con atuendo bastante más elitista –supongo que esta forma de pensar será uno de los efectos adversos del uso y abuso de calzado minimalista, porque otros no los tengo, o bien la intención de no caer en la burbuja inflaccionista de correr y vivir por encima de mis posibilidades, ¡vamos, que me estoy preparando para dentro de nada dejar de comprar calzado, a ver si llego a fin de mes!.
Bueno ante
todo, agradeceros vuestra inestimable colaboración para que pueda tener una
perspectiva más objetiva de mis posibilidades reales, y de este modo valorar a
su conclusión el resultado de esta aventura; que puede ser: ¡mira que te
advertimos!, ¡pero tú qué te pensabas!; y todo ello, gracias al juicio que os
requiero y agradezco de antemano.
Y unos días más tarde...
El resultado de la encuesta -ya cerrada- es que. ¡c..ño, si no ha votao nadie!. Gracias a los que sí lo han hecho, espero no haber defraudado.